rata emblemática
mastico
un sanguche amargo
un sanguche amargo
mientras el otoño
me mastica.
me mastica.
el barrio
está tranquilo.
está tranquilo.
ya no se escuchan
aplausos
ni cacerolas.
solo gotas
rebotando
rebotando
contra todo tipo
de superficies.
cada tanto el chirrido
de una bici que viaja
por la perpendicular.
panea
por mi oído derecho
por mi oído derecho
siempre desde la frente
hacia la nuca.
es una noche fresca.
me da espacio para andar
por pasillos afectivos
que hace mucho
no transito.
me cruzo
un walter, una gisella,
un marcos, una daniela:
personas que creí
haber borrado
y ya ves.
no se sulfatan las pilas
de la radio que me habita.
marchan en hilera
los pensamientos:
vas estigmatizando del afuera
lo que no aceptás de vos.
¡cuántas veces señalaste
de las ratas su apariencia?
se testea en ellas
una hipótesis de salvación.
deberíamos
aplaudirlas, fervientes,
hacerles un monumento.
una rata gigante en el cruce
de dos avenidas emblemáticas.
una rata emblemática
poniendo en riesgo su vida
y la de su familia
para darte calma
y contención.
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